Tiempos oscuros

Ayer, los organizadores de las tres grandes decideron romper definitivamente las relaciones con la UCI Pro-Tour. De esta noticia sacamos dos rápidas conclusiones: que el Discovery de Ivan Basso correrá el Tour (¿acaso alguien lo dudaba?), y que el ciclismo vive sus peores tiempos.
Sin entrar a valorar la decisión como acertada o errónea, lo más destacable de la misma es que es sintomática. En un momento en que hace falta unidad y sobran intereses particulares (lo digo principalmente por la UCI), esta situación refleja el momento por el que pasa este deporte: corredores inocentes para la justicia, son sospechosos para sus compañeros de profesión; Vinokourov y los kazajos tienen su equipo montado, pero sus licencias las tiene Manolo Saiz (¿y quién tiene la licencia de este tipo?); los que tiraron las piedra en los momentos estelares de la Operación Puerto, ahora esconden vilmente la mano (¿alguién pedirá perdón a los cabezas de turco, señor Lissavetsky?
En fin, todavía nos queda un largo trayecto hasta superar estos tiempos oscuros, pero si de algo no tengo duda es de que este deporte sobrevivirá a todo y a todos.

A vueltas con la Vuelta

A día de hoy, el ciclismo mundial está fragmentado. Las diferencias entre el UCI ProTour y los organizadores de las grandes carreras (Tour, Vuelta y Giro) cada día son más grandes.

En medio de la batalla se encuentra la Vuelta Ciclista a España. A la UCI le gustaría reducir las 3 semanas de duración de la Vuelta (con el objetivo de darle más protagonismo en su calendario a la Vuelta a Alemania), cosa a la que, naturalmente, se oponen los organizadores de la ronda española.

A este nuevo problema, hay que sumarle los derivados de la cada vez mayor falta de interés que suscita la Vuelta, el escaso nivel de la participación extranjera, corredores que llegan fundidos al final de temporada, recorrido no excesivamente atractivo...

Mucho trabajo tienen por delante sus organizadores si quieren recuperar el prestigio que tuvo antaño... ¡Que tiempos los de la foto!